Página 11 de 54
Amor, venganza ha buscado,
bástame el haber pasado
la vergüenza de decirlo.
Ven en pasando la tarde
a la calle, y te diré
lo que apenas sentir sé.
A Dios, mi bien, que te guarde."
Vos estáis bien empleado.
CÉSAR: Al príncipe le diréis
la otra respuesta; y si hacéis
que yo quede disculpado,
lo veré.
ARIAS: Que he de serviros
tened por cierto.
CÉSAR: Lucero,
que amante fuiste primero,
muévante tantos suspiros,
corre con curso violento;
que yo sé que adelantaras
el ocaso si llevaras
a Dafne en tu pensamiento.
Vanse CÉSAR y LÁZARO
ARIAS: De dos secretos cargado,
aunque uno mismo en rigor,
obligado de un señor
y de un amigo obligado
me hallo, y en tanto disgustos
no sé cuál a cuál prefiere.
¡Mal haya el necio que muere
por saber ajenos gustos!
Si a César el amor digo
del príncipe, sus desvelos
le han de dar celos, y celos
no se han de dar a un amigo.
Pues si al príncipe el afeto
digo de César, no sé
si lo acierto, pues la fe
rompo a César del secreto.
Si callo la voluntad
del uno al otro, en rigor
soy a la lealtad traidor
o traidor a la amistad.
Hoy del príncipe ha nacido
el amor y, aunque el cuidado
esté tan enamorado,
no está tan favorecido.
Él a César quiere bien,
y si su amor le encarezco,
y sus favores, me ofrezco
a que sus manos le den
la prenda, que un desengaño
con tiempo hace tal efeto,
y yo no falto al secreto,
por remediar mayor daño.
Confusas máquinas son
éstas que dudoso sigo;
porque, ignorando, un amigo
mata con buena intención.
[Vase.] Salen ALEJANDRO, don FÉLIX, doña ANA
y acompañamiento
ALEJANDRO: Licencia me habéis de dar