Página 11 de 59
menos mi pecho no muestra,
pues la imperial monarquía,
para sólo hacerla vuestra
me holgara que fuese mía;
aunque no está satisfecho
mi amor de que sois ingrato,
si en cuanto decís sospecho
que os desmiente ese retrato
que está pendiente del pecho.
ASTOLFO: Satisfaceros intento
con él... Mas lugar no da
tanto sonoro instrumento,
que avisa que sale ya
el rey con su parlamento.
Tocan y sale el rey BASILIO, viejo y acompañamiento
ESTRELLA: Sabio Tales...
ASTOLFO: Docto Euclides...
ESTRELLA: ...que entre signos...
ASTOLFO: ...que entre estrellas...
ESTRELLA: ...hoy gobiernas...
ASTOLFO: ...hoy resides...
ESTRELLA: ...y sus caminos...
ASTOLFO: ...sus huellas...
ESTRELLA: ...describes...
ASTOLFO: ...tasas y mides...
ESTRELLA: ...deja que en humildes lazos...
ASTOLFO: ...deja que en tiernos abrazos...
ESTRELLA: ...hiedra de ese tronco sea.
ASTOLFO: ...rendido a tus pies me vea.
BASILIO: Sobrinos, dadme los brazos,
y creed, pues que leales
a mi precepto amoroso
venís con afectos tales,
que a nadie deje quejoso
y los dos quedéis iguales;
y así, cuando me confieso
rendido al prolijo peso,
sólo os pido en la ocasión
silencio, que admiración
ha de pedirla el suceso.
Ya sabéis --estadme atentos,
amados sobrinos míos,
corte ilustre de Polonia,
vasallo, deudos y amigos--,
ya sabéis que yo en el mundo
por mi ciencia he merecido
el sobrenombre de docto,
pues, contra el tiempo y olvido,
los pinceles de Timantes,
los mármoles de Lisipo,
en el ámbito del orbe
me aclaman el gran Basilio.
Ya sabéis que son las ciencias
que más curso y más estimo,
matemáticas sutiles,
por quien al tiempo le quito,
por quien a la fama rompo
la jurisdicción y oficio
de enseñar más cada día;
pues, cuando en mis tablas miro
presentes las novedades
de los venideros siglos,
le gano al tiempo las gracias
de contar lo que yo he dicho.