La catacumba nueva (Arthur Conan Doyle) Libros Clásicos

Página 9 de 16

Pero basta ya del tema, porque ha llegado a hastiarme. -Sólo otra pregunta: ¿cómo fue el desembarazarse de ella a las tres semanas? -En ese tiempo, como usted comprenderá, ya había bajado un poco nuestra temperatura.
Ella se negó a regresar a Roma por ningún concepto, no queriendo reanudar el trato con quienes la conocían. Pues bien: Roma es una cosa indispensable para mí y ya me dominaba la nostalgia de volver a mis tareas. Como verá, existía una razón poderosa para separarnos. Aparte de eso, y cuando estábamos en Londres, su anciano padre se presentó en el hotel y tuvimos una escena desagradable. Total, que la aventura tomó el peor cariz y yo me alegré de darla por terminada, aunque al principio eché terriblemente de menos a la muchacha. Bien; ya está.
Cuento con que usted no repetirá ni una palabra de lo que acabo de contarle
-Ni por soñación se me ocurriría tal cosa, Kennedy. Pero todo eso me ha interesado
15 Mein Gott: «¡Dios mío!». Es una expresión alemana.

mucho, porque me proporciona una visión de las cosas completamente distinta de la que yo acostumbro, debido a que conozco poco la vida. Y después de eso, querrá que yo le hable de mi catacumba nueva. No merece la pena que yo trate de describírsela, porque con mis datos verbales jamás llegaría usted a dar con ella. Lo único que viene al caso es que le lleve a ella.
-Sería algo magnífico.
-¿Cuándo le gustaría ir?
-Cuanto antes, mejor. Me muero por visitarla.
-Pues bien: hace una noche espléndida, aunque un poquitín fría. Podemos emprender la excursión dentro de una hora. Es preciso que adoptemos toda clase de precauciones para que el descubrimiento no trascienda fuera de nosotros dos. Si alguien nos viese salir en pareja a explorar, sospecharía que algo está en marcha.
-Desde luego -contestó Kennedy-. Toda precaución es poca. ¿Queda lejos?
-A unas millas de aquí.
-¿No será mucha distancia para hacerla a pie?
-Al contrario; podemos ir sin dificultad, paseando.
-Entonces, eso es lo mejor. Si un cochero nos dejase en plena noche en algún siti

solitario, le entrarían recelos.
-Así es. Creo que lo mejor que podemos hacer es quedar citados para las doce de la noche en la Puerta de la Vía Appia16. Yo necesito regresar a mi domicilio para proveerme de cerillas, velas y todo lo demás.

Página 9 de 16
 

Paginas:


Compartir:




Diccionario: