El Rey de Etiopía

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Una señora de la tertulia se encarga del papel de hada o encantadora. El distintivo de su dignidad es una varita, y la asisten dos damas de honor, llevando cada una un gran cucurucho de papel : las otras señoras se colocan alrededor de ellas. La hada sube sobre una silla o taburete, -y dirigiéndose a la concurrencia dice : " Pueblo, magistrados y grandes del reino de Etiopia, os he reunido en este día solemne para daros un rey que elegiré entre vosotros, y para proceder al nombramiento de los reales oficiales de la corona : acérquese cada uno en particular con confianza, y diga en secreto a qué dignidad y empleo se cree con derecho de aspirar: si sus pretensiones son fundadas, obtendrá lo que desea inmediatamente. Concluida esta arenga, la dama de honor que está a la izquierda de la encantadora le presenta su cucurucho, y ésta lo toma y se Io aplica al oído, y entonces el caballero más inmediato a ella se levanta del mismo lado, y finge dirigirle alguna súplica: la hada toma el segundo cucurucho de manos de la otra dama, y llevándolo a su boca como quien va a tocar una trompeta, dice con tono enfático al fingido suplicante : " Está satisfecho vuestro deseo. " Sucesivamente se van dirigiendo todos los caballeros a la encantadora, la cual finge a veces que desecha las solicitudes diciendo : < Ya se ha dado el empleo que deseáis : ha habido otro con más fundados derechos a él. " Si el jugador a quien se quiere chasquear no pide en llegando su vez, sino un empleo de oficial de la corona, le responde la hada que todos están dados; pero que le reserva uno más digno de sus virtudes, que reclaman se le dé el trono. Si por casualidad solicitase éste, se lo concede inmediatamente; pero en uno y otro caso ella le presenta a los demás jugadores como soberano; y mientras éstos se le inclinan respetuosamente, manda a sus damas que le coronen. �stas le hacen arrodillarse sobre una silla baja o taburete frente a la encantadora, la cual, mientras las damas lo ponen una corona de papel dorada, describe círculos mágicos, y pronuncia términos raros é ininteligibles : después acercándose al nuevo monarca, le habla en estos términos : " Reconoced ahora el poder del genio que os protege, y cerrad los ojos para que no os deslumbre el torrente de gloria que voy a derramar sobre vos. " El jugador sencillo obedece, y en el mismo momento le sopla en el rostro con uno de los cucuruchos de papel, en que se han puesto polvos muy finos de negro de marfil, de modo que realmente queda hecho un rey de Etiopia. Todos los jugadores gritan: viva el rey de Etiopia, y lo conducen con gran pompa y aparato a una silla poltrona puesta en medio de una pieza, le cumplimentan sobre su dignidad, y la encantadora le presenta los grandes oficiales a su servicio, diciéndole: "Aquí tenéis a vuestro chambelán, a vuestro escudero, a vuestro capitán de guardias, a vuestro montero, a vuestro ayuda de cámara, etc. , que vienen a desempeñar sus respectivas funciones". Entonces todos los caballeros que va señalando, la encantadora con su varita, se acercan con las señales de sus dignidades, como el capitán con una espada de palo, el gran montero con un bastón figurando que lleva la escopeta, etc., hasta que llega el ayuda de cámara que le presenta un espejo, en el cual ve el hermoso retrato de su cara tiznada.

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