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El ya citado señor Tejada, me ha dicho, que en esos trabajos
auríferos de Paquica, se encuentran aún casas techadas, y también una
Iglesia, con su campana de bronce; que en las casas encontró libros y
papeles, por los cuales constaba que esas labores fueron sostenidas hasta
el año de 1816, en que los cruceros de los chilenos, recién formada su
Escuadra, frecuentaban esos mares; y obligaron a los mineros a suspender
sus trabajos.
Deseo dar a usted algunos informes, respecto al Cóndor, y terciar,
como dicen, en la controversia que se suscitó entre el célebre Audubon, el
sabio francés Ornitologista de los Estados Unidos, y Waterton, el
renombrado viajero inglés de las Guayanas. Sostiene Andubon, que el Cóndor
descubre la carroña, que constituye su alimento, exclusivamente por el
ejercicio de la vista; Waterton sostiene, que la efluvia de la carroña,
esparcida por la atmósfera, es la que conduce al Cóndor al punto donde se
halla depositada.
El Cóndor (Sarcorhamphos), nombre que le han designado los
naturalistas (4), es el mayor de los pájaros conocidos, y sobre él se han
escrito las más [63] increíbles relaciones. Algunos han asegurado que los
han visto de más de veinte pies de extensión, de la punta de una ala a la
punta de la otra, y de una fuerza tal, que con sus garras podrán levantar
al aire una vaca. Yo no he visto estas maravillas. El Cóndor más grande
que he visto, ha medido diez a once pies de largo, de la punta de una ala
a la punta de la otra, y jamás los he visto levantar en sus garras, ni un