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a Isifile engañó, la muchachita
que antes había a todas engañado. 93
Allí la dejó encinta, abandonada;
tal culpa le condena a tal martirio;
también se hace venganza de Medea. 96
Con él están los que en tal modo engañan:
y del valle primero esto te baste
conocer, y de los que en él castiga.» 99
Nos hallábamos ya donde el sendero
con el margen segundo se entrecruza,
que a otro arco le sirve como apoyo. 102
Aquí escuchamos gentes que ocupaban
la otra bolsa y soplaban por el morro,
pegándose a sí mismas con las manos. 105
Las orillas estaban engrumadas
por el vapor que abajo se hace espeso,
y ofendía a la vista y al olfato. 108
Tan oscuro es el fondo, que no deja
ver nada si no subes hasta el dorso
del arco, en que la roca es más saliente. 111
Allí subimos; y de allá, en el foso
vi gente zambullida en el estiércol,
cual de humanas letrinas recogido. 114
Y mientras yo miraba hacia allá abajo,
vi una cabeza tan de mierda llena,
que no sabía si era laico o fraile. 117
Él me gritó: « ¿Por qué te satisface
mirarme más a mí que a otros tan sucios?»
Le dije yo: « Porque, si bien recuerdo, 120
con los cabellos secos ya te he visto,
y eres Alesio Interminei de Lucca: 122
por eso más que a todos te miraba.» 123
Y él dijo, golpeándose la chola: 124
«Aquí me han sumergido las lisonjas,
de las que nunca se cansó mi lengua.» 126
Luego de esto, mi guía: «Haz que penetre
-dijo- tu vista un poco más delante,
tal que tus ojos vean bien el rostro 129
de aquella sucia y desgreñada esclava, 130
que allí se rasca con uñas mierdosas,
y ahora se tumba y ahora en pie se pone: 132
es Thais, la prostituta, que repuso
a su amante, al decirle "¿Tengo prendas