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Me propongo enviar a mis electores un escrito sobre el asunto antes que se reúna el Parlamento. Creo que las clases más pobres de este país demuestran un gran deseo de poseer una ética muy elevada.
LADY STUTFIELD.-Eso es una buena cosa.
LADY CAROLINE.-¿Le parece a usted bien que las mujeres tomen parte en la política, míster Kettle?
SIR JOHN.-Kelvil, amor mío, Kelvil.
KELVIL.-La creciente influencia de las mujeres es algo alentador en nuestra vida política, lady Caroline. Las mujeres siempre están del lado de la moral, tanto pública como privada.
LADY STUTFIELD.-Es muy agradable oírle decir eso.
LADY HUNSTANTON.-¡Ah, sí! Las cualidades morales de la mujer... Ésa es una cosa importante. Temo, Caroline, que el querido Lord Illingworth no valora adecuadamente las cualidades morales de las mujeres. (Entra Lord Blíngworth.)
LADY STUTFIELD.-La gente dice que Lord Illingworth es muy malo, muy malo.
LORD ILLINGWORTH.-Pero ¿qué gente dice eso, lady Stutfield? Debe de ser la del futuro. Este mundo y yo estamos en excelentes relaciones. (Se sienta junto a mistress Allonby.)
LADY STUTFIELD.-Yo sé que todos dicen que es usted malo.
LORD ILLINGWORTH.-Es enormemente monstruosa la costumbre que tiene la gente hoy día de decir cosas contra los demás, a espaldas suyas, que son absoluta y enteramente ciertas.
LADY HUNSTANTON.-El querido Lord Illingworth es un caso perdido, lady Stutfield. He intentado reformarla, pero al fin he renunciado. Habría que formar una compañía pública con un consejo de directores y un secretario. Pero usted ya tiene secretario, ¿verdad, Lord Illingworth? Gerald Arbuthnot nos ha hablado de su buena suerte; realmente es usted muy bueno.
LORD ILLINGWORTH.-¡Oh! No diga eso, lady Hunstanton. Bondad es una palabra horrible. Me agradó mucho el joven Arbuthnot cuando lo conocí, y me será considerablemente útil para algo que soy lo bastante loco para pensar en hacer.
LADY HUNSTANTON.-Es un joven admirable. Y su madre es una de mis más queridas amigas. Precisamente él acaba de ir a dar un paseo con nuestra bella americana. Es muy bonita, ¿verdad?
LADY CAROLINE.-Demasiado bonita. Estas muchachas americanas se llevan los mejores partidos. ¿Por qué no pueden quedarse en su país? Siempre se nos dice que aquello es el paraíso de las mujeres.
LORD ILLINGWORTH.-Lo es, lady Caroline.Y por eso, como Eva, todas están ansiosas por salir de él.
LADY CAROLINE.-¿Quiénes son los padres de miss Worsley?
LORD ILLINGWORTH.-Las mujeres americanas son lo bastante inteligentes para ocultar a sus padres.