El abanico de Lady Windermere (Oscar Wilde) Libros Clásicos

Página 49 de 65

le tienen a uno sin cuidado, Cecilio. El amor le
cambia a uno.. y yo me siento cambiado.
GRAHAM.- ¿De verdad? ¿Qué me dices?... Oye
Tuppy, un momento.
(LORD AUGUSTO no se entera.)
89

OSCAR WILDE
DUMBY.- Es inútil que llames a Tuppy. En este
instante es lo mismo que si hablases a una pared.
GRAHAM.- Te advierto que a mí no me gusta
hablar con las paredes. Son las únicas que jamás m
contradicen. ¡Tuppy!
AUGUSTO.-¿Qué, qué ocurre? ¿Qué ocurre?
(Levántase y se dirige hacia GRAHAM.)
GRAHAM.-Ven aquí, es un secreto. (Aparte.)
¿Podrás creer que Darlington, que nos ha estado
predicando de moral, y de la pureza del amor, y de
otras zarandajas por el estilo, tenía todo este tiempo
aquí, en su casa, escondida a una mujer?
AUGUSTO.- ¿Qué me dices? ¡No es posible!
GRAHAM.- ¡Te digo que sí! Mira, ahí está su
abanico. (Señalando el abanico.)
AUGUSTO.-(Conteniendo a duras penas la risa.)
¡ Caramba! ¡Ésa sí que es buena!
LORD WINDERMERE.- No tengo más remedio
que irme, lord Darlington. Siento que se vaya usted
tan pronto de Inglaterra. Tenga usted la bondad de
venir a casa cuando regrese. Mi mujer y yo
tendremos mucho gusto en verle.
LORD DARLINGTON.- (Dirigiéndose a la puerta con
LORD WINDERMERE.) Me parece que tardaré
90

EL ABANICO DE LADY WINDERMERE
bastantes años en volver a Inglaterra. ¡Buenas
noches!
GRAHAM. - ¡Arturo!
LORD WINDERMERE.- ¿Qué?
GRAHAM.- Espera. Tengo que decirte una cosa.
¡Ven, ven aquí!
LORD WINDERMERE. - (Poniéndose el abrigo.) No
puedo... Tengo que irme.
GRAHAM. - Es algo muy particular. Ya verás
cómo te interesa.
LORD WINDERMERE.-(Sonriendo.) Alguna
tontería, sin duda.
GRAHAM.- ¡Qué ha de ser! Ven y verás.
AUGUSTO.- (Dirigiéndose hacia él.) Hijo mío, no es
posible que pienses irte. Tengo mucho que hablar
contigo. Y Cecilio quiere enseñarte una cosa.

Página 49 de 65
 

Paginas:
Grupo de Paginas:       

Compartir:




Diccionario: