Cartas desde mi molino (Alfonso Daudet) Libros Clásicos

Página 80 de 111

antes de salir el sol; el puesto de la tarde, al anoche-
cer. Este último es el que yo prefiero, sobre todo en
esos países de marismas, donde el agua de los es-
tanques guarda la luz tanto tiempo...
Algunas veces sirve de puesto el chinchorro (ne-
gochín), barquichuelo sin quilla, estrecho, y que al
menor movimiento se pone por montera. Apostado
tras de los cañaverales, el cazador ojea los patos
desde el fondo de la barca, de la que sólo sobresalen

C A R T A S D E M I M O L I N O

137

la visera de una gorra, el cañón de la escopeta y la
cabeza del perro, olfateando el viento y papando
mosquitos, o bien inclinando, con sus patazas ex-
tendidas, toda la barca sobre una borda y llenándola
de agua.
Esta espera es demasiado complicada para mi
inexperiencia. Por eso, casi siempre voy a la espera a
pie, zabulléndome en pleno pantano, con enormes
botas hechas de toda la longitud que el cuero per-
mite. Ando despacio, con prudencia, temeroso de
hundirme en el légamo. Apártome de los cañavera-
les, lleno de olores salitrosos y de saltos de ranas.
Al fin hallo un islote de tamariscos, un rincón
de tierra seca, donde me acomodo. El guarda, en
prueba de respetuosa consideración, ha dejado a su
perro venir conmigo; un enorme perro de los Piri-
neos, con sus grandes lanas blancas, cazador y pes-
cador de primer orden, y cuya presencia no deja de
intimidarme un poco. Cuando pasa a mi alcance una
chocha de agua, tiene cierto modo irónico de mi-
rarme, echando atrás, con un movimiento de cabe-
za, a lo artista, sus largas orejas flácidas que le
cuelgan delante de los ojos; luego, posturas de para-
da, meneos de cola, toda una mímica de impacien-
cia, como para decirme:

A L F O N S O D A U D E T

138

-¡Tira!... ¿Qué haces que no tiras?
Tiro, y marro. Entonces, con todo su cuerpo
estirado, bosteza y se alarga, con aspecto fatigado,

Página 80 de 111
 


Grupo de Paginas:         

Compartir:




Diccionario: