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que habían escapado hasta ahora a todas nuestras observaciones, júzguese
cuántas debieron substraerse al conocimiento de unos hombres que sólo
consideraban las cosas bajo el primer aspecto. En cuanto a las clases
primitivas y a las nociones más generales, es superfluo añadir que también
debieron de escaparles. ¿Cómo, por ejemplo, habrían imaginado o entendido
las palabras materia, espíritu, substancia, modo, figura, movimiento, toda
vez que a nuestros mismos filósofos, que se sirven de ellas desde tan
largo tiempo, cuéstales trabajo entenderlas, y dado que, siendo
metafísicas las ideas que se asocian a esas palabras, no hallarían ningún
modelo en la naturaleza?
Me detengo en estos primeros pasos y suplico a mis jueces suspendan
en este punto la lectura para que consideren, solamente sobre la invención
de las substantivos físicos, es decir, sobre la parte de la lengua más
fácil de hallar, el camino que aún le queda para expresar todos los
pensamientos de los hombres, para tomar una forma constante, para poder
ser hablada públicamente e influir sobre la sociedad; les suplico que
reflexionen cuánto tiempo y cuántos conocimientos han sido necesarios para
descubrir los números (21), los nombres abstractos, los aoristos (22) y
todos los tiempos de los verbos, las partículas, la sintaxis; para unir
los razonamientos y construir la lógica del discurso. En cuanto a mí,
asustado por las dificultades, que se multiplican a cada paso, y
convencido de la imposibilidad casi demostrada de que las lenguas hayan
podido nacer y establecerse por medios puramente humanos, dejo a quien
quiera emprenderla la discusión de este difícil problema: si ha sido más
necesaria la sociedad ya establecida para la institución de las lenguas, o
las lenguas ya inventadas para la constitución de la sociedad.
Sea lo que fuere de estos orígenes, se ve cuando menos, en el escaso
cuidado puesto por la naturaleza para aproximar a los hombres mediante
necesidades mutuas y facilitarles el uso de la palabra, cuán poco ha
preparado su sociabilidad y qué poco ha puesto de su parte para que se