Página 51 de 135
cielos! Si ella no ha sabido
que el rey está oyendo, ¿cómo
me habla con tanto rigor?
NINO: (¿Semíramis, ¡estoy loco!, Aparte
sale al paso a su mudanza?)
MENÓN: (¡Que sea, ¡ay de mí!, forzoso, Aparte
siendo sus enojos falsos,
hacer ciertos sus enojos!)
Semíramis, aunque tengas
quejas de mí, y aunque ignoro
la ocasión, no te he de dar
(¡quién vio más terrible ahogo!) Aparte
satisfacciones, porque
no puedo. (Atiende a mis ojos, Aparte
hermoso imposible mío.)
Esto a las quejas respondo;
y en cuanto a que ser no quieras
mi esposa, yo te perdono
el desaire... (No hago tal.) Aparte
de decírmelo en mi rostro;
pues con eso has excusado
que yo te diga lo proprio.
SEMÍRAMIS: ¿Que tú lo dijeras?
MENÓN: Sí.
IRENE: (¡Él la desprecia! ¡Qué oigo!) Aparte
NINO: (No empieza a fingirlo mal.) Aparte
SEMÍRAMIS: (Si él, ¡Cielo!, está tan remoto Aparte
de que Irene me está oyendo,
¿cómo me habla deste modo?)
Pues si vos tan consolado
estáis, que de mis enojos
aun no preguntáis la causa,
no añadamos unos a otros.
Id con Dios.
MENÓN: Quedad con Dios.
Hacen que se van
SEMÍRAMIS: (¡Qué sin afecto amoroso Aparte
me llega a hablar y se vuelve!)
MENÓN: (¡Con qué seco desahogo Aparte
me deja ir y no me llama!)
SEMÍRAMIS: (Pero el callar es forzoso.) Aparte
MENÓN: (Pero el sufrir es preciso.) Aparte
SEMÍRAMIS: (¡No hubiera un estilo como Aparte
hablar callando!)
MENÓN: (¡No hubiera Aparte
de callar hablando un modo!)
A IRENE
SEMÍRAMIS: Para la primera vez
que a servirte me dispongo,
bien entablado he dejado
el temor.
IRENE: Ya lo conozco;
pero quisiera que fuese
más declarado el oprobrio.
SEMÍRAMIS: ¿Más?
IRENE: Sí