Página 25 de 75
GLOSTER
Os lo agradezco en su nombre.
CORNWALL
No sabéis por qué venimos a veros.
REGAN
Tan a destiempo, adentrándonos por las sendas
de la noche. Noble Gloster, son cuestiones
de importancia que exigen vuestro consejo.
Nuestro padre, así como nuestra hermana,
me informan de discordias, y he estimado
conveniente responder lejos de nuestra casa.
Los mensajeros aguardan la orden de partir.
Nuestro viejo gran amigo, alegraos
y dispensad vuestro valioso consejo
en un asunto que requiere acción inmediata.
Salen. Clarines.
II.ii Entran KENT y [OSWALD, el] mayordomo, por lados opuestos.
OSWALD
Buenas noches, amigo. ¿Eres de la casa?
KENT
Sí.
OSWALD
¿Dónde podemos atar los caballos?
KENT
En el barro.
OSWALD
Vamos, dímelo, si lo tienes a bien.
KENT
Lo tengo a mal.
OSWALD
Bueno, y tú no me caes bien.
KENT
Como te agarre, verás qué bien te caigo.
OSWALD
¿Por qué me tratas así? ¡Si no te conozco!
KENT
Pero yo a ti sí.
OSWALD
¿Quién soy yo?
KENT
Un bergante, un bribón, un lameplatos, un granuja rastrero, altanero, vacío; un lacayo ambicioso y pela-
gatos con calzas de estopa; un pícaro miedica, pleiteador, hijo de puta, miraespejos, servil y relamido;
un esclavo pobretón, que haría de alcahuete por dar buen servicio y que no es más que una mezcla de
granuja, pordiosero, cobarde, rufián e hijo y heredero de perra mestiza; un tipo al que voy a sacudir
hasta arrancarle chillidos si me niega una sílaba de cuanto le he llamado.
OSWALD
Eres un tipo espantoso, maldiciendo a quien no te conoce ni conoces.
KENT
Y tú un bellaco insolente, negando que me conoces. ¿No hace dos días que te puse la zancadilla y te
pegué ante el rey? ¡Desenvaina, granuja, que, aunque sea de noche, hay luna! ¡Te voy a hacer picadillo
lunar, barbilindo rastrero hijo de puta! ¡Desenvaina!
OSWALD
¡Fuera! Contigo no tengo que ver.
KENT
¡Desenvaina, bergante! Vienes con una carta contra el rey y te pones de parte de doña Vanidad y contra