Una batalla real

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Reorganice las ocho partes hasta formar un tablero perfecto.

En la historia de Francia se cuenta una entretenida historia acerca de cómo el Delfín se salvó de un inminente mate mientras jugaba al ajedrez con el duque de Borgoña, rompiéndole al duque el tablero en la cabeza y partiéndolo en ocho partes.

Los autores de ajedrez suelen citar esta historia como ejemplo de que no siempre es buena política jugar para ganar, y ha dado además origen a una fuerte línea de ataque conocida como el gambito del Rey.

El hecho de que el tablero se partiera en ocho partes siempre impresionó mi fantasía juvenil, ya que me parecía posible extraer de allí los elementos de un importante problema.

La restricción a esas ocho partes no da lugar a gran dificultad o variedad, pero como no me siento en libertad de alejarme de la verdad histórica, daré a nuestros lectores un problema simple adecuado para la época estival. Muestre cómo reunir las ocho partes para formar un tablero perfecto de 8 x 8.

El acertijo es simple, y sirve para enseñar una regla valiosa que debe respetarse al construirse acertijos de esta clase. Como no hay dos partes de igual forma, se evitan otras vías para resolverlo y la solución se torna más difícil.

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