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Cada jugador, después de haber dicho la palabra de su charada al oído de su vecino para prevenir la tentación de engañar al adivinador, se la propone en los términos que le parece. Nos dispensaremos de poner aquí ejemplos, no habiendo cosa más fácil y abundante en nuestra lengua, por las muchas palabras compuestas que tiene. Los que no estén acostumbrados podrán sacarlas de las siguientes: oro-péndola, cara-col, escrito-rio, tea-tro, secreta-rio, ala-barda, casa-miénto, diá-metro, etc. Las cuales constan de dos partes, y el modo de proponerlas es poco más o menos el siguiente. Supongamos que se trata del primer ejemplo, y se dirá: " Mi primera es un metal, mi segunda mide el tiempo, y mi todo es un ave muy hermosa" y así respecto a las demás, advirtiendo que pueden tener dos, tres o más partes, y que se pueden también proponer formando partes. integrantes con algunas de sus sílabas, si por sí solas significan algo.