Página 17 de 248
Todos intrigando en mi contra.
-Sir Nevil - dijo Grauflis -, ya puede ver que lord Dunnan no es dueño de sí. Si es usted buen amigo suyo, lléveselo de aquí antes de que llegue Duke Angus.
Orm se inclinó y habló apremiante al oído de Dunnan. Dunnan colérico le apartó a un lado.
-
Gran Satán, ¿también estás contra mí? - demandó.
Ormm le cogió del brazo.
-
Estúpido, ¿quieres estropearlo todo ahora? - bajó la voz; el resto fue inaudible.
-
No, maldito, no me iré hasta que haya hablado con ella, cara a cara...
Hubo otra agitación entre los espectadores; la multitud se apartó y Elaine cruzó por entre ella, seguida por su madre y Lady Sardanas, con cinco o seis otras matronas. Todas se habían subido los chales por encima de sus cabezas, las puntas de la derecha sobre los hombros izquierdos; todos se detuvieron excepto Elaine, que dio unos cuantos pasos más hacia adelante y se plantó ante Andray Dunnan. El jamás la había visto más hermosa, pero era la helada belleza de una daga que apuntase el corazón.
-
Lord Dunnan, ¿qué desea decirme? - preguntó ella -. Dígalo pronto y váyase; aquí no es usted bien recibido.
-
¡ Elaine! - gritó Dunnan, dando un paso adelante -. ¿Por qué te tapas la cabeza; por que me hablas como a un desconocido. Soy Andray, que te ama. ¿Por qué dejas que te obliguen a este perverso matrimonio?
-
Nadie me obliga; me caso con lord Trask voluntaria y felizmente, porque le quiero.