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) Crea usted de mí lo
que quiera. Yo no merezco un solo minuto de
tristeza. ¡Pero no arruine usted su vida por mi
causa! Usted no sabe lo que le reserva el Destino, si
no sale usted inmediatamente de esta casa. Usted no
sabe lo que es caer en el abismo, ser despreciada,
abandonada de todos, convertirse en un objeto de
burla... ¡Ser un paria! ¡Encontrar cerradas todas las
puertas, tener que vivir casi a escondidas, temiendo
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OSCAR WILDE
que a cada momento le arranquen a una la careta; y
mientras tanto, tener que estar oyendo de continuo
la risa del mundo, una risa horrenda, mucho más
trágica que todas las lágrimas! ¡Usted no sabe lo que
es eso! ¡Paga una su pecado, y vuelve a pagarlo una
y otra vez y toda la vida! Usted no debe conocer
jamás esto... En cuanto a mí, si el sufrimiento es una
expiación, pues bien, en este momento acabo de
expiar todas mis faltas, por grandes que hayan sido.
Esta noche usted ha dado un corazón a quien no lo
tenía... Lo ha dado, y lo ha roto... Pero ¿qué
importa? Yo puedo haber arruinado mi vida; pero
no le dejaré a usted que arruine la suya. Usted es
todavía una niña, y se perdería. Usted no tiene el
carácter que hace falta para poder volver atrás. No;
usted no tiene ni la habilidad ni el valor necesarios.
¡Usted no podría soportar el deshonor! ¡No!
¡Vuelva usted con su marido, que la quiere a usted, y
a quien usted quiere!... Además, usted tiene un niño,
lady Windermere. Vuelva usted con su niño, lady
Windermere, que acaso en este mismo momento la
está llamando a usted... (LADY WINDERMERE se
pone en pie.) Dios le dio a usted ese hijo para que
usted velase por él y le preparase una vida tranquila.
¿Qué contestará usted a Dios si esa vida queda