El croupier, sentado frente a la banca, reparte tres manos: una a la mesa de la derecha del banquero, conocida como «mesa uno» o «tableau un»; otra a la mesa de la izquierda, conocida como «mesa dos» o «tableau deux» y una tercera al banquero. Se utilizan seis barajas.
Trazado del baccarat banque (baccarat á deux tableaux): la mesa 1 está a la derecha y la número 2 a la izquierda; en ambas hay un espacio destinado a apuestas a la otra mesa (indicado con un 2 en la derecha y con un 1 en la izquierda). En la ranura situada en el centro se introducen las cartas jugadas y en la otra las gratificaciones al croupier.
Muchas situaciones suscitan el juego opcional del banquero. Por ejemplo, si la mesa uno saca un 10 y la mesa dos se planta, teniendo un 5, el banquero no puede hacer una solicitud de cartas óptima contra las dos mesas a la vez.
Lo que normalmente hace el banquero es primero estimar las cantidades de dinero apostadas en cada mesa, y luego tratar de derrotar a aquella en que la apuesta es más elevada. La diferenciación entre las dos mesas da a la casa una ventaja sobre los jugadores estimada en un 0,85% de las apuestas, cuando las de las dos mesas son aproximadamente las mismas. Tal ventaja se incrementa hasta un 1% o más si hay una diferencia sustancial entre las apuestas de una y otra mesa.
En el ejemplo, anterior, si la mesa uno tiene un 10 y el valor de su apuesta es superior al de la mesa 2, el banquero, que tiene posibilidad de derrotarla (recuerde que el jugador debe tener una puntuación entre 0 y 5 para poder pedir más cartas), preferirá plantarse con un 5 y desechar la posibilidad de derrotar a la segunda mesa. Ahora bien, si en la mesa dos, que probablemente podrÃa derrotarle con un 6 ó un 7, hubiera una apuesta más alta, el banquero tendrÃa que contemplar la posibilidad de extraer otra carta. 3.La mano del jugador En el baccarat banque es importante no permitir que el banquero descubra nuestro juego cuando tenemos un 5, ya que esto incrementarÃa su ventaja. Por esta razón, incluso más que en el chemin de fer, compensa ser un douteur. Se ha calculado que la ventaja del banquero aumenta hasta un 1,4 ó 1,5% si descubre que el jugador es un tireur o un non tireur.
Una situación que no se da en las otras modalidades del bacará, es la de que el banquero tenga un 8-9 con tres cartas, contra un «natural» del jugador, en cuyo caso siempre gana este último.
Dado que el banquero le lleva tiempo estimar el valor de las apuestas de cada mesa y que los croupiers tienen que estar muy atentos para que los jugadores no incrementen o disminuyan sus apuestas iniciales una vez se ha empezado a jugar la mano, el desarrollo del juego en el baccarat á deux tableaux tiende a ser muy lento, si bien, como ocurre con el chemin de fer, su elaborado ritual constituye un grato atractivo para personas que gustan de jugar con estilo.