Página 41 de 254
tiempo fue lleno de gente, de manera que las entradas y los tejados todo
estaba lleno: unos estaban abrazados a las columnas; otros, colgados de las
estatuas; otros, a las ventanas y azoteas, medio asomados, tanto, que con la
mucha gana que tenían de ver, se ponían a peligro de su salud. Entonces
lleváronme por medio del teatro los hombres de pie de la justicia, como a
una víctima que quieren sacrificar, y pusiéronme delante del asentamiento
de los jueces. El pregonero, a grandes voces, comenzó otra vez a pregonar,
llamando al acusador, el cual, citado, se levantó un viejo para acusarme, y
para el espacio o término de su acusación o habla pusieron allí un reloj de
agua, que es un vaso sutilmente horadado, a manera de coladera, y echando
agua en aquél, gotea poco a poco. Echáronle agua y comenzó el viejo a
hablar al pueblo de esta manera:
-«Ciudadanos, nobles y honrados: no penséis que se tratan aquí cosas de
muy poca substancia, mayormente, que toca a la paz y pro común de toda
la ciudad y al buen ejemplo para el provecho de lo porvenir. Así que más
os conviene a todos y a cada uno de vosotros, según la dignidad de vuestro
cargo, proveer que un homicida malvado como éste no haya cometido sin
pena muerte tan cruda y carnicería de tantos hombres. Y no penséis que por
tener yo enemistad privada contra éste diga esto por odio propio que le
tenga. Porque yo soy capitán de la guardia de la noche, y creo que ninguno
hay, de todos cuantos velan de noche hasta hoy, que con razón pueda
culpar mi diligencia; yo diré con mucha verdad la cosa cómo pasó.
Andando yo anoche, como a las tres horas de la noche, con mucha
diligencia, cercando y rondando la ciudad de puerta en puerta, veo este
crudelísimo hombre con una espada en la mano matando a cuantos podía;
ya tenía entre sus pies tres muertos, que aún estaban expirando, envueltos
en mucha sangre, y él, como me sintió y vio el tan grandísimo mal y
traición que había hecho, huyó luego, y como hacía muy obscuro, lanzose
en una casa, donde toda la noche estuvo escondido.