Las tres justicias en una (Pedro Calderón de la Barca) Libros Clásicos

Página 11 de 56

no se enternece de oíros?)

Vanse el REY, don GUILLÉN y acompañamiento


LOPE PADRE: ¡Oh precisa obligación
de un noble y honrado pecho,
qué de cosas habéis hecho
por la pública opinión
del vulgo, sin el afecto
de un puro amor paternal!
No digo que quiero mal
a Lope, pero en efecto
con más agrado o más gusto
estas finezas hiciera
si a su amor se las debiera;
mas por Blanca todo es justo,
porque la quiero de suerte,
aunque ella juzga que no,
que, por darla gusto yo,
tuviera en poco la muerte.

Suena dentro ruido


Mas ¿quién tan acompañado
entrar en palacio ven
mis ojos? Mendo es, de quien
fui amigo un tiempo pasado.
Bien excusarme quisiera
de que me mirara así;
pero habiendo--¡ay de mí!--
de vivir--¡vergüenza fiera!--
en mis casas, mal podré
hüir su conversación.
Pero ya no es ocasión
de hablarle ahora; porqué,
habiendo el rey entendido
como llega a su presencia,
a la sala de la audiencia
segunda vez ha salido.

Salen el REY por una parte, y por otra don MENDO y acompañamiento


MENDO: Vuestras plantas, gran señor,
una y mil veces me dad.
REY: Don Mendo, del suelo alzad;
alzad, Justicia Mayor
de Aragón.
MENDO: La mano os beso;
y bien la habré menester
ahora, para poder
levantarme con el peso
que al cuello me habéis echado.
Vida los cielos os den.
REY: ¿Cómo venís?
MENDO: Como quien
viene a verse tan honrado
de vos.
REY: Cansado vendréis;
idos, Mendo, a descansar;
mañana venidme a hablar,
donde el intento sabréis,
estando a solas los dos,
con que traeros prevengo
a la corte, donde tengo
mucho que fïar de vos.
MENDO: Vuestra es el alma y la vida,
y, a vuestras plantas postrada,
nunca mejor empleada.

Página 11 de 56
 

Paginas:
Grupo de Paginas:       

Compartir:



Diccionario: