Luis Pérez el gallego (Pedro Calderón de la Barca) Libros Clásicos

Página 29 de 53

tiene seguro el partido.
Y al fin de cualquiera suerte,
dándole al discurso mío
pago el garito, jamás
escarmienta, aunque le hizo
denunciación la justicia;
pues le ha de costar lo mismo
la causa. Y así yo ahora,
sin temer otro peligro,
conmigo he de desquitarme
de lo que perdí conmigo.

Pero Isabel es aquésta.

Sale ISABEL


ISABEL: Casilda, pues que ya el sol
en el piélago español
lecho de cristal apresta
donde abrasado se acuesta,
cierra esa puerta, y aquí
tú e Inés cantad; que así
en parte podré aliviar
mi tristeza y mi pesar.
Cantad tono triste.

Llaman


Di,
Inés, ¿oíste que a la puerta
llamaron? Quién es no sé
a estas horas.
PEDRO: (Yo pondré Aparte
que es el galán que concierta
que yo se la tenga abierta.)
Yo responderé.
ISABEL: Ve, pues;
pero, sin saber quién es,
no abras.
PEDRO: No haré, claro está;
(y es verdad, pues lo sé ya.) Aparte

Vase


ISABEL: Desde el cabello a los pies
temblando estoy. ¿Qué desvelo
es éste que me atormenta?
Y ¿qué ilusión me fomenta,
convertida en nieve y hielo,
una desdicha en recelo?

Vuelve PEDRO asustado


PEDRO: ¡Señora!
ISABEL: ¿Qué sucedió?
PEDRO: Abrí la puerta, y se entró
un hombre en casa embozado.
(Bien así me he disculpado.) Aparte

Sale LUIS Pérez


ISABEL: ¿Quién aquí ha entrado?
LUIS: Yo.
PEDRO: (¡Qué miro!) Aparte
LUIS: Yo soy, que vengo
a verte.
ISABEL: (¡Válgame Dios!) Aparte
LUIS: Pues ¿de qué os turbáis las dos?
PEDRO: (¡Oh qué lindo miedo tengo! Aparte
Aquí esconderme prevengo.)

Escóndese


ISABEL: Pues ¿cómo te has atrevido
a venir tan presumido
aquí, sin ver el rigor
de un juez pesquisidor
que de la corte han traído

Página 29 de 53
 

Paginas:
Grupo de Paginas:       

Compartir:



Diccionario: