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Lo que uno cree que es bueno, lo que cree que es malo, lo que uno cree que es aceptable o inaceptable, nuestros valores son muy importantes, y un choque con sus valores en la vida dañan nuestra salud mental. c) Afuera de los valores está nuestra vida mental, nuestras ideas, tal vez opiniones políticas, teorías filosóficas, etc. No tan importantes como los valores porque ellos cambian con mayor facilidad. Y afuera de eso está nuestra vida emocional o temperamento emocional. Las personas con temperamento emocional similar, se entienden mejor. d) Y finalmente en el último círculo, la menos importante es la vida física. La atracción física o la similitud o comparación física. Sin embargo las estadísticas muestran que tendemos a casarnos con personas que parecen similares a nosotros. Eso nos halaga en gran manera, por eso nos atraen las personas que tienen rasgos faciales similares a los nuestros. Dicen que las parejas con el tiempo empiezan a parecerse, pero si tenemos una foto, vemos que se parecían desde un principio y eso se acentúa con el tiempo.
La clave número dos para una relación exitosa es que los opuestos se atraen. Pero los opuestos se atraen solo en un área importante que es el temperamento, solo en temperamento. La naturaleza exige equilibrio en todas las cosas, activo y pasivo. La naturaleza exige un equilibrio en temperamento. Una persona extrovertido será compatible con una persona introvertida. Dos personas igualmente introvertidas o extrovertidas lo serán menos. Pero hay una prueba sencilla para las relaciones masculinas-masculinas, femeninas-femeninas, se llama la prueba de la conversación. En cualquier conversación entre dos personas de temperamento compatible, habrá un período de tiempo totalmente dedicado a la conversación fluida, más aproximadamente un diez por ciento de silencios, así que cada persona tendrá oportunidad de hablar todo lo que quiera y también la oportunidad de escuchar todo lo que quiera y habrá un diez por ciento de silencios cómodos. Puede haber una persona que hable todo lo que tenga que hablar en el treinta por ciento del tiempo y puede haber otra persona que hable todo lo que tenga que hablar en sesenta por ciento del tiempo, con la pausa del diez por ciento, y esas personas serán muy compatibles.