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Cuando crecimos en un hogar donde no nos dijeron: Te amo, te quiero mucho! Y quiero lo mejor para ti! Y nunca nos dieron aliento y elogio. Pero hay esto, si a sus hijos les dice siempre que los ama, ellos lo harán también y lo van a enseñar a amar. Aprenda a usar esas palabras, una y otra vez.
Hay seis claves para hacer que sus hijos crezcan sintiéndose muy bien consigo mismos. El primero es el mayor regalo que un padre puede darle a un hijo: El amor incondicional. Asegúrense de que su hijo sabe que lo aman, ciento por ciento, a pesar de lo que haga y pase lo que pase. Los padres deben demostrar a sus hijos que si los aman. Que nada en el mundo evitará que Usted los ame en un ciento por ciento, eso es vital. Se puede hacer un juego del amor con los hijos: Se le dice: Cuánto te quiero? Y entonces ellos dicen así de mucho (extendiendo los brazos), y yo les digo: Más. Y separan más los brazos. Y de vuelta les digo: Más. Y al final les digo más o menos. Pero que tal cuanto te grito? Y dicen: También nos quieres así de mucho! Pero que tal cuando los mando a sus cuartos? También nos quieres así de mucho! Qué tal cuando les grito, los mando a su cuarto y les pongo en un rincón? Y dicen: También nos quieres así de mucho, porque no importa que hagamos, tú nos quieres siempre! Sus hijos siempre deben estar bien convencidos de eso. Yo lo hago para condicionarlos, lo hago porque quiero que les llegue a lo más profundo de su subconsciente que son ciento por ciento amados, que pueden ir por la vida, crecer y vivir y jamás, jamás dudar que su mami y su papi los quieren. No olviden que el fenómeno del amor condicionado, genera el miedo al rechazo, el complejo de inferioridad y la inseguridad. Los niños que no son criados con suficiente amor en sus años de formación, desarrollan una necesidad de la eficiencia y pasan el resto de su vida como Demóstenes, con su lámpara buscando un hombre honesto, pasan el resto de su vida buscando el amor del que se les privó durante la niñez.