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CRÓNICAS DEL CASTILLO DE BRASS
Michael Moorcock
«Y entonces la Tierra envejeció, sus paisajes se suavizaron y mostraron los signos de la edad, y adoptó un comportamiento extraño y caprichoso, como los hombres cuando la muerte se acerca.»
La notable historia del Bastón Rúnico
«Y cuando la Historia terminó, empezó otra. Una gesta con los mismos participantes, empeñados en hazañas tal vez más sorprendentes y extrañas que las anteriores. Y, una vez más, el viejo castillo de Brass, que se alzaba entre los pantanos de la Kamarg, fue el centro de gran parte de la acción...»
Las crónicas del castillo de Brass
EL CONDE BRASS
Libro primero
Viejos amigos
1. La obsesión de Dorian Hawkmoon
Habían sido necesarios aquellos largos cinco años para reconstruir el país de la Kamarg, para repoblar sus pantanos con los gigantescos flamencos escarlatas, los salvajes toros blancos y los enormes caballos unicornios que en otros tiempos habían abundado en aquellas tierras, antes de ser invadidas por los brutales ejércitos del Imperio Oscuro. Habían sido necesarios aquellos largos cinco años para reconstruir las atalayas de las fronteras, levantar de nuevo las ciudades y erigir el imponente castillo de Brass en toda su inmensa y masculina belleza. Y, al menos, en estos cinco años de paz, se habían construido murallas más resistentes y atalayas más altas, pues, como Dorian Hawkmoon dijo en cierta ocasión a la reina Flana de Granbretán, el mundo aún era rapaz y apenas existía justicia en él.
Dorian Hawkmoon, duque de Colonia, y su esposa Yisselda, condesa de Brass, hija del fallecido conde Brass, eran los únicos héroes que quedaban del grupo que había servido al Bastón Rúnico contra el Imperio Oscuro, y derrotado por fin a Granbretán en la gran batalla de Londra, elevando al trono a la reina Flana, la triste reina Flana, para que guiara a su cruel y decadente nación hacia la humanidad y la vitalidad.
El conde Brass había muerto llevándose a la tumba a tres barones (Adaz Promp, Mygel Holst y Saka Gerden), siendo asesinado a su vez por un lancero de la Orden del Macho Cabrío.
Oladahn de las Montañas Búlgaras, domador de fieras y leal amigo de Hawkmoon, había sido despedazado por las hachas de la Orden del Cerdo.
Bowgentle, el antibelicista, el filósofo, había sido mutilado y decapitado por una docena de Cerdos, Machos Cabríos y Sabuesos.
Huillam D´Averc, el gran burlador, que sólo aparentaba creer en su falta de salud, que había amado y sido amado por la reina Flana, había muerto de una forma casi irónica, cuando cabalgó hacia su amada y murió a manos de un soldado de la reina, convencido de que D´Averc la atacaba.