La serpiente-aro

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Acomode las diez partes de modo que la serpiente se muerda la cola.

El profesor von Schafskopfen, el distinguido naturalista, ha estado muy preocupado por historias contrapuestas con respecto a la serpiente-aro, así llamada a causa de su peculiar modo de locomoción, que lleva a cabo poniéndose en la boca la punta de la cola y rodando por el suelo como si fuese un aro.

Esta particularidad del género ophidia es descrita por muchos naturalistas, y un profesor universitario afirma haber visto tres serpientes, combinadas en un único aro, rodar a velocidad de relámpago y desaparecer luego tragándose la una a la otra.

Nadie cuestiona la posibilidad del truco del engullido, pero han surgido grandes dudas con respecto a la existencia misma de la serpiente aro. El profesor von Schafskopfen, inspeccionando la campiña en busca de especímenes, descubrió finalmente, en el salvaje territorio de las Montañas Aro, un hermoso espécimen petrificado de serpiente aro, con la cola en la boca.

Con una fina sierra cortó la serpiente en diez partes y, envolviendo esas partes en algodón, regresó triunfalmente con su pieza. Desde entonces, desafortunadamente, le ha resultado imposible hacer coincidir las partes para que ambos extremos se junten.

Los matemáticos dicen que los diez trozos pueden disponerse para hacer 362.882 serpientes diferentes sin producir un aro, por lo cual los escépticos dicen que ello prueba que... ¡hay 362.882 posibilidades contra 1 de que esa serpiente jamás haya existido!

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