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Sin duda es posible, puede apostar por ello. Para empezar, llene un vaso un poco más de su mitad y luego coloque un círculo de cartón, algo mayor que el diámetro de una copa de licor, sobre la superficie del agua.
Luego ponga, con el mismo cuidado, un terrón de azúcar encima del cartón. A continuación coja una copa de licor vacía, póngala boca abajo y aprisione el cartón de forma rápida y decidida, sumergiéndolo en el agua. El agua no penetrará en la copa y el terrón podrá extraerse de nuevo totalmente seco.