Los amores (Ovidio) Libros Clásicos

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¿Temes la complicidad?; finge que no la ves. ¿Lee a solas un escrito?; supón que le escribe su madre. ¿Llega a hablarla un desconocido?; pues pase adelante como si lo conocieras. ¿Va a visitar una amiga enferma de mentirijillas?; que la visite, y figúrate que lo está realmente. Si viniese tarde, por no velar esperándola largas horas, échate a roncar con la frente apoyada en las rodillas. No pretendas saber lo que pasa en el templo de Isis, la diosa vestida de lino, ni te cause inquietud lo que sucede en las gradas del teatro. El cómplice de un delito se ve siempre colmado de mercedes: ¿hay ningún tra­bajo tan fácil como el de callar? Él es el predilecto, él gobierna la casa, él no teme los azotes, él es todopoderoso, y los otros soez rebaño que yace en la servidumbre. Oculta al marido los motivos de queja verdaderos, inventándolos falsos, y los dos, como señores, aprobaréis lo que convenga a la mujer. Si el marido pone mala cara y arruga el entrecejo, una joven, con sus caricias, consigue pronto lo que pretende; sin embargo, de tarde en tarde conviene que provoque una reyerta contigo, y llore fingidas lágrimas, y te llame verdugo, y que tú le contestes con imputaciones que ella destruya fácilmente, y con su notoria falsedad impidan al esposo creer en los ultrajes reales.
Con tal conducta crecerán de día en día tus honores y verás cómo aumenta tu peculio; sigue mis consejos, y dentro de poco habrás recuperado la libertad. ¿Ves a los delatores con el cuello cargado de cadenas? Un hediondo calabozo vino a ser el premio de su perfidia. Tántalo muere de sed en medio de las aguas, y ansía coger los frutos que se le escapan; castigo impuesto a la garrulería de su lengua. El guardián celoso en extremo con que Juno atormentó a Ío murió antes de tiempo, y ella es hoy una diosa. Yo vi cargado de hierro, que amorataba sus piernas, al hombre que reveló a un marido el incesto de su mujer, y el castigo fue menor de lo que merecía la culpa, pues con su lengua perversa causó dos males: la pena del marido y la.

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