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luz y voz al parecer,
sobresaltado el caballo
de Pablo le arrastra.
INGENIO Ve,
pues eres tú más veloz;
llégale a favorecer.
PENSAMIENTO Sí haré, por si cae en mí.
(Descúbrese a PABLO a caballo y vase cayendo, y recíbele
EL PENSAMIENTO, y le pasa, según los versos, al
INGENIO.)
PABLO El rayo, señor, detén;
basta el trueno de tu voz.
PENSAMIENTO Ayúdamele a tener,
que no basto, Ingenio, yo
a levantarle.
INGENIO Sí haré.
(Sale LA SINAGOGA.)
SINAGOGA Si Pablo muere, yo muero.
¿Qué es esto, Pablo?
PABLO Caer
en el Pensamiento antes
y en el Ingenio después.
(Levántase como ciego.)
Ciego estoy; pero mal digo,
que nunca he llegado a ver
más que cuando estoy más ciego.
SINAGOGA Pues di, no viendo, ¿qué ves?
PABLO No conviene que lo diga
el hombre al hombre.
SINAGOGA ¿Por qué?
PABLO Porque no es fácil decir
lo que es difícil saber.
Sólo diré que yo solo
me he levantado al revés,
pues otros caen al subir
y yo he subido al caer.
Al tercer cielo he llegado;
si fue en espíritu o fue
en cuerpo no sé, que yo
sólo sé que no lo sé.
SINAGOGA Ven a mis brazos, adonde
descanses.
PABLO La acción detén,
no halagüeñamente fiera (Huye.)
te acerques.
SINAGOGA ¿Con tal desdén
de tu Sinagoga huyes?
PABLO Sí escandalosa, sí infiel,
sí tirana, sí alevosa,
sí traidora, sí crüel.
SINAGOGA ¡Pablo!
PABLO Ya Pablo no soy
ni vivo yo en mí.
SINAGOGA ¿Pues quién?
PABLO Cristo es el que vive en mí.
SINAGOGA ¿No es contra quien te envié?
PABLO Sí; pero a luz de eficaz
auxilio he sabido que es
el crucificado Cristo,
que sentenció tu esquivez,
hijo de Dios verdadero.
SINAGOGA Bien que estás ciego se ve,
o yo lo estoy, pues lo escucho