Página 14 de 62
A vuestras plantas viene
a pediros perdón si culpa tiene.
Tome vuestra querella
con ella en mi venganza de mí y de ella.
MANUEL: Sois valiente y discreto.
En todo me vencéis. La espada aceto
porque siempre a mi lado
me enseñe a ser valiente. Confïado
desde hoy vivir procuro
porque, ¿de quién no vivirá seguro
quien vuestro acero ciñe generoso?
Que él solo me tuviera temeroso.
JUAN: Pues don Luis me ha enseñado
a lo que estoy por huésped obligado,
otro regalo quiero
que recibáis de mí.
MANUEL: ¡Qué tarde espero
pagar tantos favores!
Los dos os competís en darme honores.
Sale COSME cargado de maletas y cojines
COSME: Doscientos mil demonios
de su furia infernal den testimonios,
volviéndose inclementes
doscientas mil serpientes
que asiéndome de un vuelo
den conmigo de patas en el cielo,
del mandato oprimidos
de Dios, por justos juicios compelidos,
si vivir no quisiera, sin injurias
en Galicia o Asturias
antes que en esta corte.
MANUEL: Reporta.
COSME: El reportorio se reporte.
JUAN: ¿Qué dices?
COSME: Lo que digo,
que es traidor quien da paso a su enemigo.
LUIS: ¿Qué enemigo? Detente.
COSME: El agua de una fuente y otra fuente.
MANUEL: ¿De aqueso te inquietas?
COSME: Venía de cojines y maletas
por la calle cargado,
y en una zanja de una fuente he dado,
y así lo traigo todo
--como dice el refrán--puesto de lodo.
¿Quién esto en casa mete?
MANUEL: Vete de aquí, que estás borracho. Vete.
COSME: Si borracho estuviera
menos mi enojo con el agua fuera.
Cuando en un libro leo de mil fuentes
que vuelven varias cosas sus corrientes,
no me espanto si aquí ver determino
que nace el agua a convertirse en vino.
MANUEL: Si él empieza, en un año