Los Muchachos de Jo (Louisa May Alcott) Libros Clásicos

Página 9 de 145

Sofocados de tanto correr y reír, aplaudieron todos a las señoras al llegar, y se sentaron junto a ellas para descansar un rato, mientras Meg cosía los rasguños del vestido de su hija y la tía Jo suavizaba un poco las crines del león y rescataba el libro. Daisy apareció en aquel momento.
-Preparad buena cantidad de bollos para tomar el té; Daisy viene a acompañarnos -dijo Ted.
-Sí, puedes hablar de bollos; la otra tarde te comiste doce tú solo; por eso estás tan gordo ­dijo Josie, echando una mirada compasiva a su primo, que estaba más delgado que un esparto. -Bien, pues yo me voy a ver a Lucía Dove, que tiene un lobanillo y ya debe estar a punto de cortárselo. Tornaré el té en el colegio -añadió Nan, tocándose al mismo tiempo el bolsillo para ver si tenía la caja de cirugía.
-Me alegro, porque yo te acompañaré y te ayudaré en la operación, aunque no sea más que para ponerle los algodones -dijo Tom, acercándose un poco más a su ídolo.
-¡Puf! No habléis de eso, que Daisy se descompondrá; más vale hablar de los bollos que nos comeremos ahora tomando el té. -Teddy se frotó las manos de alegría, como indicando que él, por su parte, pensaba comerse unos cuantos.
-¿Qué se sabe del comodoro? -preguntó Tommy.
-Ya está navegando con rumbo hacia casa, y Dan confía en poder también venir pronto. Ya tengo muchos deseos de ver a mis muchachos reunidos -contestó la señora, alegrándose sólo con la idea.
-Todos vendrán, si pueden venir; hasta Jack, y se gastaría con mucho gusto un dólar para asistir a esas comidas que damos de vez en cuando entre los amigos -dijo Tommy riendo.
-Pues ya están engordando el pavo para la fiesta, ¡miradlo! -dijo Teddy señalándolo.
-Si se marcha Nat a fines de este mes, tenemos que prepararle una buena despedida. Yo confío en que este chico ha de hacer suerte por ahí -dijo Nan, dirigiéndose a su amigo.
Las mejillas de Daisy se sonrosaron de pronto al oír pronunciar este nombre, y los pliegues de muselina de su blusa subían y bajaban mucho más de prisa que antes; pero se limitó a decir con mucha tranquilidad: - El tío Laurie dice que es un muchacho que tiene talento, y que después que pase algún tiempo en el extranjero se podrá ganar aquí muy bien la vida, aunque no llegue nunca a ser una celebridad.

Página 9 de 145
 

Paginas:
Grupo de Paginas:         

Compartir:



Diccionario: