El Escondite

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Se elige un sitio de seguro, ya sea si se juega en un jardín, un árbol, ya si en un gabinete, un ángulo, mesa o punto fijo. En él se coloca de espaldas el que ha de buscar a los que se esconden, obligándosele a que cierre los ojos mientras cada uno busca paraje en que esconderse; advirtiendo que debe hacerlo cada uno de por sí, esto es, sin llevar otro en su compañía.

Pasados algunos momentos se da una señal, a la cual corre el buscador y registra los sitios en que le parece que están escondidos los demás jugadores : mientras se afana en esto, algunos dejan su asilo y corren rápidamente al seguro; el buscador los persigue hasta el referido sitio, mientras corre tras uno, salen los otros con el mismo objeto, y es lo más divertido. El buscador, si es sagaz, trata de acercarse desde luego al seguro, que es adonde sabe que han de dirigirse todos. Si no coge a nadie, todo el mundo se esconde de nuevo, y tiene él que seguir en su empleo : si coge, se le reemplaza; y si coge a muchos, se pondrá en su lugar el últimamente cogido.

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