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Se toma un naipe, y con él se recorta el cuerpo y la cabeza del arlequín; se cortan aparte los brazos y las piernas hasta las rodillas y separadamente desde la rodilla hasta el pie inclusive. Estas diferentes piezas se pintan según el gusto de cada uno, y se cosen al cuerpo, pasando con una aguja un hilo anudado en la extremidad, y formando otro nudo a la parte opuesta, de modo que queden sujetas las piezas, pero libres para el movimiento, advirtiendo que todas deben cubrir la extremidad con la parte del naipe que forma el cuerpo. Desde el lado del nudo se fija un hilo en los dos brazos y muslos, los cuales unidos caen entre las piernas, de modo que tirando se mueven y remedan el baile. Si se quiere evitar el andar pintando, se forma el cuerpo con la figura de un rey, cortada un poco más abajo de la cintura; se pueden acomodar los brazos de una sota, y hacer los muslos con parte de un as de oros ú otra figura ancha, echando mano para la pierna de la parte blanca del naipe.