Poker: Introducción

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1.Introducción
Todo el mundo tiene algún conocimiento sobre el poker, aunque sólo se deba a haberlo visto jugar en las películas de cowboys. Sin embargo poca gente se da cuenta de la habilidad que exige al jugador. Aun aquellos que aprecian que su práctica no se reduce a tomar la carta correcta en el momento oportuno, con frecuencia no se hacen cargo del grado de destreza que conlleva. Ciertamente, se trata de un juego en el que, por supuesto, el azar es un factor de peso; pero, con todo, el poker es fundamentalmente un juego de destreza, como lo son el backgammon o el chess.

En el poker, los mejores jugadores ganan el dinero y los peores lo pagan. En realidad, el dinero influye decisivamente en los resultados. En otros juegos es la reunión de puntos o bazas lo que decide el resultado. En el poker, es el dinero que haya sobre la mesa, a menudo en forma de fichas, lo que finalmente determina quién es el vencedor y quién el vencido.

Por esta razón el poker es un juego verdaderamente peligroso. Puede parecer fácil debido a que las reglas básicas no son complicadas. Puede parecer que todo en él es cuestión de suerte, ya que una mano de cuatro ases, por ejemplo, es extremadamente poderosa; pero advierta que también es posible ganar poco con una mano semejante. Todo depende de si los otros jugadores han respaldado su apuesta también con buenas manos, puesto que si nadie más tiene un buen juego, no se establecerá ninguna contienda.

Al contrario de lo que parece, el poker no es un juego fácil, pero tampoco difícil. Es un juego tosco, tenaz para los intrépidos y los atrevidos y pensado para separar a los ineptos de su dinero. Parece un sencillo y amistoso juego de cartas, lo que no significa que el poker jugado en familia, aunque sea con cerillas, no sea agradable, limpio y divertido. Pero las cualidades esenciales que un buen jugador de poker debe reunir son paciencia, astucia y agresividad en iguales proporciones, acompañadas por un rasgo de ingenio y de consumada insensibilidad. El aura de emoción que rodea las partidas de poker en los westerns es auténtica; pero tras ella subyace un frío análisis.

El poker cautivó la imaginación de los americanos a mediados del siglo pasado y lo ha continuado haciendo hasta nuestros días, en que es probablemente el juego de salón que goza de mayor popularidad en los Estados Unidos. Y aunque se juegue también en otros países, sigue siendo un juego genuinamente americano. La velocidad, la acción y una mezcla de frialdad y temeridad que exige al jugador, parecen ajustarse a la perfección al temperamento americano.

Tras evolucionar hacia dos variantes clásicas, draw poker y stud poker, el juego continuó desarrollándose. Sus adeptos introdujeron numerosas variaciones con el propósito de imprimirle mayor ritmo, o dar más interés a las variantes más usuales. El Seven-Card Stud, «stud de siete cartas», también llamado Down the river («río abajo»), nombre que tiene que ver con el río Mississipi, fue la novedad que se hizo más popular, seguida de toda clase de variaciones basadas en el uso de wild cards o jokers comodines). La introducción de la mano llamada Lowball y más tarde de la High-low, que permitían a los jugadores intentar conseguir la mejor mano alta o a la mejor mano baja, o cualquiera de las dos, incrementó notablemente las posibilidades de acción. También se ha introducido el Hold'em en Texas, y no existe ninguna razón para que no aparezcan más innovaciones.

Lo que nunca cambiará son los principios básicos de hacer un buen juego, fundados en las leyes de probabilidad. Un profundo conocimiento de la teoría del poker es el primer paso que deberá dar todo aquel que quiera llegar a ser un buen jugador, independientemente de la variante del juego que pueda elegir para jugar.



2.La elección del repartidor
Una popular manera de jugar al poker en los juegos sociales se llama «la elección del repartidor». La idea es asegurar una continua variedad en el juego, al dejar escoger a cada jugador la variante del poker que prefiera cuando le corresponda el turno de repartir las cartas. Dentro del esquema general del draw y el stud, existen innumerables permutaciones, muchas veces con nombres exóticos como «anaconda» o «escupir en el océano», usando comodines o cartas adicionales. Uno de los mayores atractivos del poker es que cada juego local puede ser practicado en las propias formas favoritas de poker; por ello, cuando se siente a jugar un nuevo juego, asegúrese de que conoce las reglas de la casa.

De todos modos, sea cual sea la forma de poker que se juegue, rigen los mismos principios básicos. Primero: si usted empieza con la mejor jugada, muy probablemente terminará con la mejor jugada. Segundo: las posibilidades de mejorar su jugada han de apoyarse en sus estimaciones sobre las probabilidades que ofrece el dinero del «bote», y en sus perspectivas de ganar la mano. Tercero: sin importar en qué cambian las reglas según los juegos, el enjuiciamiento que haga de los otros jugadores -de su carácter, estilo y técnica- será decisivo. Ahora bien, cuando se encuentre ante un juego nuevo para usted, deberá realizar un rápido análisis de la situación. A veces es inteligente jugar a bajo nivel de apuestas algunas jugadas para comprobar qué tipo de valores son necesarios para ganar el «bote».

El gran número de variantes que existen del poker hace casi imposible una clasificación exhaustiva. En la actualidad, una de las más populares, es la llamada «beisbol», de la que a su vez se derivan otras. Esta es una vivaz forma de stud de siete cartas en la que todos los treses y nueves, (ya se repartan boca arriba, ya boca abajo), funcionan como comodines, con la sutileza adicional de que el jugador que reciba un 4 descubierto, se le reparte una carta oculta de más. Otra particularidad que hace que el juego resulte tan electrizante es la de que cuando un jugador recibe un 3 descubierto, tiene que pagar por el privilegio. En algunos juegos, tiene que igualar el volumen del «bote» (o retirarse), pero como normalmente esto constituye una sanción demasiado elevada, es mejor limitarla al pago de diez o veinte fichas.

Los juegos como el beisbol amplían las perspectivas de juego, favoreciendo la obtención de buenas jugadas. Con ocho comodines, más las cartas adicionales que se puedan recibir a causa de los cuatros, es realmente un juego descabellado. Si como mínimo no se tiene comodín oculto, más un as o dos cartas para escalera de color, lo más prudente es abandonar. El poker es frecuente, las escaleras de color en absoluto difíciles de conseguir y el repoker no demasiado raro, por lo que ¡esté sobre aviso! Otra versión de este juego es el «Woolworth's», en que los cincos y los dieces hacen de comodines y una baraja incluso más pícara es el Dr. Pepper, con los doses, cuatros y dieces como comodines.

Existen tres maneras de modificar la frecuencia de las jugadas de poker: primero, a través del reparto de cartas, dando más o menos cartas a los jugadores de lo habitual; segundo, por medio del juego, repartiendo cartas descubiertas, tapadas o en común, permitiendo a los jugadores escoger qué cartas tapadas han de descubrirse o, incluso, pasar cartas al jugador siguiente: y tercero, cambiando el valor de las cartas, por ejemplo, atribuyendo a ciertas cartas el valor de comodín o haciendo que cuatro cartas de escalera ganen a la pareja, o que la carta más baja encubierta sea comodín. Sea cual sea la manera en que usted juegue, las jugadas finales han de clasificarse en términos de poker, lo que significa normalmente (aunque no siempre), cinco cartas. Juegue a menudo o no, descubrirá siempre algo nuevo.

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