La metamorfosis o El asno de oro (Lucio Apuleyo) Libros Clásicos

Página 29 de 254

enardecido, a Fotis enseñándole las muestras de mi impaciencia:
-Ten compasión de mí, y acuéstate pronto, ya tú ves cuánta pena me has
dado; porque estando yo con esperanza de lo que tú me habías prometido,
después que la primera saeta de tu cruel amor me dio en el corazón, fue
causa que mi arco se extendiese tanto, que si no lo aflojas tengo miedo que
con el mucho tesón la cuerda se rompa, y si del todo quieres satisfacer mi
voluntad, suelta tus cabellos y así me abrazarás.
No tardó ella, que, nadando había alzado la mesa prestamente, con todas
aquellas cosas que en ella estaban, y, desnudada de todas sus vestiduras,
hasta la camisa, y los cabellos sueltos, que parecía la diosa Venus cuando
sale del mar, blanca y hermosa, sin vello ni otra fealdad, poniéndose la
mano delante de sus vergüenzas, antes haciendo sombra que cubriéndose,
dijo:
-Ahora haz lo que quisieres, que yo no entiendo ser vencida, ni te
volveré las espaldas. Si eres hombre, acomete resuelto y mata muriendo,
que hoy la lucha es sin cuartel.

Y diciendo esto, acostose, donde cansamos, velando hasta la mañana,
recreando nuestra fatiga con el beber de rato en rato, y de esta manera
pasamos algunas otras noches.
Capítulo IV
Cómo Birrena convidó a cenar a su sobrino Lucio Apuleyo y él lo aceptó;
descríbese el aparato de la cena y cuéntanse donosos acontecimientos
entre los convidados.
Después aconteció que un día Birrena me rogó muy ahincadamente que
fuese una noche a cenar con ella. Yo me excusé cuanto pude y al cabo hube
de hacer lo que mandaba; pero cumplíame tomar licencia de mi amiga
Fotis, y de su acuerdo tomar consejo como de un oráculo: la cual, como
quiera que no quisiera me apartara de ella tanto como una uña; pero, en fin,
hubo de dar licencia breve a la milicia de amores, alegremente, diciendo:
-Oye tú, señor, cata que tornes del convite temprano, porque hay bandos
aquí de los principales, que en cada parte hallarás hombres muertos; y el
gobernador no puede remediar esta ciudad de tanto mal, y a ti, así por ser
rico, como también ser tenido en poco, por ser extraño, te puede venir

Página 29 de 254
 

Paginas:
Grupo de Paginas:               

Compartir:




Diccionario: