El purgatorio del San Patricio (Pedro Calderón de la Barca) Libros Clásicos

Página 7 de 56

donde, desatado en partes,
fueron las ondas funestas
monumentos de alabastro
entre corales y perlas. 325
Yo-a quien el cielo no sé
para qué efeto conserva,
siendo tan inútil-pude,
con más aliento y más fuerza,
no sólo darme la vida 330
a mí, pero aun en defensa
deste valeroso joven
aventurarla y perderla;
porque no sé qué secreto
tras él me arrebata y lleva, 335
que pienso que ha de pagarme
con grande logro esta deuda.
En fin, por piedad del cielo,
salimos los dos a tierra,
donde espera mi desdicha, 340
o donde mi dicha espera,
pues somos vuestros esclavos.
Que nuestro dolor os mueva,
que nuestro llanto os ablande,
nuestro mal os enternezca, 345
nuestra aflicción os provoque,
y os obliguen nuestras penas.
Rey. Calla, mísero cristiano,
que el alma, a tu voz atenta,
no sé que afecto la rige, 350
no sé qué poder la fuerza
a temerte y adorarte,
imaginando que seas
tú el esclavo que en un sueño
vi respirando centellas, 355
vi escupiendo vivo fuego,
de cuya llama violenta
eran mariposas mudas
mis hijas, Polonia y Lesbia.
Patricio. La llama que de mi boca 360
salía es la verdadera
dotrina del evÁngelio;
ésta es mi palabra, y ésta
he de predicarte a ti
y a tus gentes, y por ella 365
cristianas vendrán a ser
tus dos hijas.
Rey. Calla, cierra
los labios, cristiano vil;
que me injurias y me afrentas.
Lesbia. Detente.
Polonia. ¿Pues tú, piadosa, 370
te pones a su defensa?
Lesbia. Sí.
Polonia. Déjale dar la muerte.
Lesbia. No es justo que a manos muera
de un rey. ([Ap.] No es sino piedad
que tengo a cristianos ésta.) 375
Polonia. Si este segundo Joseph,
como Joseph interpreta
sueños al Rey, de su efeto
ni dudes, señor, ni temas;
porque si el quemarme yo 380
es imaginar que pueda
ser cristiana, es imposible
tan grande como que vuelva

Página 7 de 56
 

Paginas:
Grupo de Paginas:       

Compartir:



Diccionario: