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ELVIRA: Yo te aseguro que aquí
la hemos tenido por muerta.
Y, aunque todavía estaba
de pena y congoja llena,
por excusarte tu pena,
la suya disimulaba.
FÉLIX: Hermana, no fue el fingir
tu pasión honrarme en ella;
pues me alegro de sabella
para ayudarla a sentir.
Y, aunque holgarme es maravilla
de lo que es propio disgusto,
me alegro ya por el gusto
que he de tener en sentilla.
Mas, ¿para qué me decías
que los tuyos, por rodeos,
no son indignos deseos,
ni que en tu amor me ofendías?
ANA: Aunque encubrirte pensó
mi amor esta pena fiera,
si Elvira no la dijera,
dijera la verdad yo.
Mas como encubrir deseo
tu pena, dije, señor,
que no te ofendía mi amor,
ni era indigno mi deseo.
FÉLIX: ¿De qué, hermana, procedió
ese tirano accidente?
ANA: (Él aprieta bravamente; Aparte
pero enmendarélo yo.)
Un ruido en la calle oí,
estando muy descuidada,
y entonces, algo turbada,
a la ventana salí.
Vi que estaban a la puerta
mil hombres, desenvainadas
para uno las espadas.
(Oh, lo que un temor concierta!) Aparte
En todo le pareciste
al otro que allí reñía.
Yo entonces, mortal y fría,
me rendí a un desmayo triste,
que amenazó con mi muerte.
Lo demás te ha dicho Elvira.
ELVIRA: ¿Por qué he de decir mentira,
si es la verdad de esta suerte?
FÉLIX: Y, ¿cómo te sientes ya?
ANA: Más segura y descansada.
Sale LÁZARO
LÁZARO: Por Dios, sin topar en nada,
tengo de entrarme hasta acá,
porque...
FÉLIX: ¿Qué es la turbación?
¿Qué ha sucedido?
LÁZARO: ...porque...
FÉLIX: Di, Lázaro, lo que fue.
LÁZARO: (Él es fantasma o visión. Aparte
¿No quedó en palacio ahora?)
ANA: (Todas vienen juntas hoy Aparte
mis desdichas.)
LÁZARO: (Muerto soy, Aparte
si una invención no mejora