Cómo lograr el éxito (Dale Carnegie) Libros Clásicos

Página 170 de 208

Y esto es lo que debe hacer:: Simplemente diga: Que hay en mi vida que no estoy enfrentando ahora? Que le está causando problemas o falta de armonía? Y después no se engañe diciendo: Tal vez es porque mi auto está estacionado en el parquímetro y no le puse dinero. O tal vez es porque no almorcé. No se engañe, inmediatamente pregúntese: Qué es lo peor que podría pasar? Si está casado, a menudo lo peor que podría pasar sería que algo fuera mal en el matrimonio, y si tiene hijos a veces lo peor que podría pasar es que esté preocupado de que sus hijos no estén como desearía, si trabaja lo peor que podría pasar tal vez sea que ese trabajo fuera equivocado para Usted, pero tiene miedo de dejarlo, tal vez para los hombres esto es algo terrible, pero lo peor que le puede pasar que no sea muy bueno en la carrera que eligió, un hombre que siente que no es muy bueno en su trabajo tiene una terrible cantidad de stress en su interior, tal vez Usted tiene un título o un amigo suyo tiene un título en medicina y ocho años ha sido médico calificado y descubrió que detesta la medicina y no quería estudiar medicina, su padre le pagó la carrera, el era médico, ahora tiene veinte y seis años y no le gusta practicar la medicina, pasó por un stress tremendo antes de aceptar eso. Así que la clave es decir que hay en mi vida que no estoy enfrentando y resuélvase a enfrentarlo.
En psicología hay dos personalidades básicas: existe la llamada personalidad del evasor, que es la persona que no desea enfrentar la realidad, siempre está esperando que la realidad se aleje o algo pase o algo cambie y está el que confronta. Desde niños nos enseñan a no confrontar las cosas, pero la realidad es que la personalidad del que confronta es mucho más sana que la del evasor. En una prueba que hicieron en una universidad importante, tomaron dos grupos de estudiantes: unos como evasores y otros como enfrentadores y los pusieron en un experimento donde estaban unidos a unos electrodos por medio de sus dedos y cada sesenta segundos recibían un choque ligero en los dedos y los observaban a través de un espejo y descubrieron que los evasores se quedaban sentados, mientras el reloj hacía tic, tic, pero nunca veían el reloj, hablaban, hacían bromas, se distraían, pero nunca miraban el reloj, y al final del experimento su presión sanguínea medida del principio al fin había subido un treinta por ciento, un stress muy alto.

Página 170 de 208
 


Grupo de Paginas:             

Compartir:



Diccionario: