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Stefan Zweig
María Antonieta
INDICE
Introducción
Casan a una niña Secret
de alcoba Presentació
en Versalles L
lucha por un saludo L
conquista de París «L
Roi est mort, vive le Roi!» Retrat
de una pareja regia L
reina del rococó Trianó
L
nueva sociedad L
visita del hermano Maternida
L
reina se hace impopular U
rayo en el teatro rococó E
asunto del collar Proces
y sentencia Despiert
el pueblo, despierta la reina E
verano de la decisión Huye
los amigos Aparec
el amigo ¿L
era o no lo era? L
última noche en Versalles E
carro fúnebre de la monarquía Exame
de conciencia Mirabea
S
prepara la huida L
huida a Varenne
La noche en Varennes Regres
E
uno engaña al otro Aparec
el amigo por última vez Refugi
en la guerra Lo
últimos clamores E
diez de agosto E
Temple Marí
Antonieta, sola L
última soledad L
Conserjería L
última tentativa L
gran infamia
Comienza el proceso
La vista
El último viaje
La endecha fúnebre
Nota del autor
Cuadro cronológico
INTRODUCCIÓN
Escribir la historia de la reina María Antonieta es volver a abrir un proceso más que secular, en el cual acusadores y defensores se contradicen mutuamente del modo más violento. Del tono apasionado de la discusión son culpables los acusadores. Para herir a la realeza, la Revolución tenía que atacar a la reina, y en la reina, a la mujer. Ahora bien. veracidad y política habitan raramente bajo el mismo techo, y allí donde se traza una imagen con fines demagógicos, es de esperar poca rectitud de los siervos complacientes de la opinión pública. No se ahorró ninguna difamación contra María Antonieta. ningún medio para llevarla a la guillotina: todo vicio. toda depravación moral, toda suerte de perversidad fueron atribuidos sin vacilar a la louve autrichienne, a la loba austríaca, en periódicos, folletos y libros: hasta en la propia morada de la justicia. en la sala del juicio, comparó el fiscal, patéticamente, a la «Viuda Capeto» con la, viciosas más célebres de la historia, con Mesalina, Agripina y Fredegunda. Tanto más completo fue después el cambio, cuando. en 1815. ascendió otra vez un Borbón al trono de Francia: para adular a la dinastía. la figura diabólica fue repintada con los colores más suntuosos: no hay representación de María Antonieta procedente de ese tiempo, sin nubes de incienso ni aureola de santidad. Los cánticos de alabanza suce den a los cánticos de alabanza, la intangible virtud de María Antonieta es defendida airadamente: su espíritu de sacrificio. su magnanimidad. su heroísmo inmaculado. son celebrados en verso y en prosa. y un velo de anécdotas.