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Se toma una botella de vidrio fuerte que pueda contener medio cuartillo, en la cual se echa una onza de vitriolo concentrado, y por encima dos onzas de limaduras de hierro. Hecha esta mezcla se menea un poco la botella y se la deja encorchada por algunos instantes, para que se reúna en ella mayor cantidad de vapores. Si quitado después el corcho, se acerca a la boca una vela encendida, se forma una repentina inflamación acompañada de bastante ruido.
Pero como debe evitarse que sea violento el efecto, convendrá tener la precaución de rodear la botella con un lienzo, para evitar que si se rompiese con la fuerza de la explosión, puedan hacer daño sus cascos. Es mucho mejor también el ponerla en el suelo,y servirse de una vela atada en la punta de una caña para inflamar los vapores que salen de ella.