Hamlet (William Shakespeare) Libros Clásicos

Página 13 de 93


Y, sobre todo, sé fiel a ti mismo,
pues de ello se sigue, como el día a la noche,
que no podrás ser falso con nadie.
Adiós. Mi bendición madure esto en ti.
LAERTES
Humildemente de vos me despido.
POLONIO
El tiempo te llama. Corre, los criados esperan.
LAERTES
Adiós, Ofelia, y recuerda bien
lo que te he dicho.
OFELIA
Lo he encerrado en la memoria,
y tú guardarás la llave.
LAERTES
Adiós.

Sale.

POLONIO
¿Qué es lo que te ha dicho, Ofelia?
OFELIA
Con permiso, una cosa del Príncipe Hamlet
POLONIO
Vaya, ha hecho bien.
Me han dicho que últimamente te dedica
mucho tiempo y que tú le dispensas
tu atención con gran esplendidez.
Si es así, como me han insinuado
a modo de aviso, debo decirte
que no pareces comprender con claridad
tu lugar como hija mía ni tu honra.
¿Qué hay entre vosotros? Dime la verdad.
OFELIA
Señor, últimamente me ha dado
muchas muestras de su afecto.
POLONIO
¿Afecto? ¡Bah! Veo que estás verde
e inexperta en cuestión tan peligrosa.
¿Crees en sus muestras, como tú las llamas?
OFELIA
Señor, no sé qué pensar.
POLONIO
Pues yo te enseñaré. Considérate una niña
al haber dado por valiosas unas muestras
que no son de ley. Muéstrate más cauta
o, por no agotar el término acosándolo,
harás que yo sea muestra de idiotez.
OFELIA
Señor, me ha galanteado
de un modo decoroso.
POLONIO
Ya, a modo de capricho. ¡Vamos, vamos!
OFELIA
Y me ha corroborado sus palabras
con todos los divinos juramentos.
POLONIO
Sí, cepos para pájaros. Sé bien
que, cuando arde la sangre, el alma se prodiga
en juramentos. Hija, esas llamaradas,
que dan más luz que calor y se extinguen
cuando parece que prometen,
no las tomes por fuego. Desde ahora, hija,
escatima un poco más tu virginal presencia,

Página 13 de 93
 

Paginas:
Grupo de Paginas:       

Compartir:



Diccionario: