Divina Comedia (Dante Alighieri) Libros Clásicos

Página 61 de 454

de lo que mi Comedia no se ocupa,
subimos, y al llegar hasta la cima 3

nos paramos a ver la otra hondonada
de Malasbolsas y otros llantos vanos;
y la vi tenebrosamente oscura. 6

Como en los arsenales de Venecia
bulle pez pegajosa en el invierno
al reparar sus leños averiados, 9

que navegar no pueden; y a la vez
quién hace un nuevo leño, y quién embrea
los costados a aquel que hizo más rutas; 12

quién remacha la popa y quién la proa;
hacen otros los remos y otros cuerdas;
quién repara mesanas y trinquetas; 15

asi, sin fuego, por divinas artes,
bullía abajo una espesa resina,
que la orilla impregnaba en todos lados. 18

La veía, mas no veía en ella
más que burbujas que el hervor alzaba,
todas hincharse y explotarse luego. 21

Mientras allá miraba fijamente,
el poeta, diciendo: «¡Atento, atento!»
a él me atrajo del sitio en que yo estaba. 24

Me volvi entonces como aquel que tarda
en ver aquello de que huir conviene,
y a quien de pronto le acobarda el miedo, 27

y, por mirar, no demora la marcha;
y un diablo negro vi tras de nosotros,
que por la roca corriendo venía. 30

¡Ah, qué fiera tenía su apariencia,
y parecían cuán amenazantes
sus pies ligeros, sus abiertas alas! 33

En su hombro, que era anguloso y soberbio,
cargaba un pecador por ambas ancas,
agarrando los pies por los tendones. 36

«¡Oh Malasgarras --dijo desde el puente-,
os mando a un regidor de Santa Zita! 38
Ponedlo abajo, que voy a por otro 39

a esa tierra que tiene un buen surtido:
salvo Bonturo todos son venales; 41
del "ita" allí hacen "no" por el dinero.» 42

Abajo lo tiró, y por el escollo
se volvió, y nunca fue un mastín soltado
persiguiendo a un ladrón con tanta prisa. 45

Aquél se hundió, y se salía de nuevo;

Página 61 de 454
 


Grupo de Paginas:                       

Compartir:



Diccionario: